viernes, 25 de septiembre de 2009

A esa gran mujer

Hoy justamente es el cumpleaños de mi ague, esa mujer que provoca tanta intensidad en mi.
Esa mujer que a pesar que somos tan distintas, somos cómplices de vida, sangre y tanta miel.
Esa mujer que no se le necesita dar explicación, que sin emitir palabra me lee los ojos, me transmite energía y hace que mi corazón se olvide de tanta frustración provocada porque mi entorno no es tan justo como ambas quisieramos.

Sí, esa mujer que me enseño desde comer pan tostado con aceite de oliva hasta la forma más particular de comer cereal con café, y la lista sería infinita sobre esas pequeñas cosas que han terminado de pegar los grande bloques de locura, radicalismo, izquierdizmo y feminismo que hacen ser lo que soy.

Gracias mi gran amora, gracias porque cuando me veo en el espejo sé que estás allí, que cada recuerdo lleva tu olor, voz y amor. Te amo y solo de pensarte el cuerpo se llena de emoción, la marimba suena y los helados de nance de los domingos me hacen sonreír.


Por esos sábados en la noche y porque no, esa forma tuya de bailar.

2 comentarios:

GavilaSavilaMavila dijo...

Me derretiste...Siempre te he dicho que tenés esa vibra tan especial de tu ague! Definitivamente es una gran mujer y te agradezco darme el chance de disfrutar también de ella y sobre todo de esos abrazos tan ricos que me da jeje!

Miss Trudy dijo...

Mi abuelita y bisabuelita tambien me dejaron muchas cosas asi, el gusto por el pan frances tostado con mostaza francesa y mantequilla, por ejemplo, y muchas otras cosas mas que siguen vivas dentro de mi. Creo que asi prolongamos la vida de nuestras antepasadas. Bonito post.