lunes, 28 de noviembre de 2011

Suavemente

Llevo semanas, tratando de despertar.  Estoy en una especie de sueño consciente que me agota cada sesión.  No pienso en nada, en nadie.  Todo es partículas y espesor.  A veces pienso, me detengo, floto y me dejo caer en espacios enormes con recuerdos que he creado para la ocasión.

La electricidad me topa en los codos, y voces de lo real me piden que vuelva, sin éxito.  A pesar de lo complicado, a pesar de que extraño, no quiero despertar, navegar por el líquido tornasol es ahora lo mío, mi destino deseado.  Todo lo he dejado a un lado, mi vida, vos y todo lo demás, se quedaron pegados en la pequeña ventana antes del infinito.  

Sé que volveré, teniendo por seguro que ya no va a estar nada de lo que deje, seré el ser mutante que tanto añoré y que de niña dibujaba en escondidas detrás de la puerta de mi habitación.