miércoles, 11 de enero de 2012

Núcleos de Árboles

Fuerte, enormes y haciéndole cosquillas al cielo, se esparcieron por el lugar.  Combinaciones de tierra, arena y piedras transparentes los rodean y ayudan a filtrar el agua de lluvia.  Las nubes se mueven, se esparsen a su compás, sin emitir sonido están allí cubriéndoles del duro sol de verano.

Las aves parten de los espejos de agua estancada, con grandes reflejos se ven justo al fondo, donde los peces se esconden de la materia y de las hojas secas.  Pedazos de frutos vuelan, entre abismos de guerras entre monos sin alas y mariposas de enormes colas que trepan, sin tocar las cortezas.  Todo grita, con murmullos que no caen al suelo, diciendo que se está vivo y que confirman que todo existe, lejos de la mirada del mundo.  

Por las noches las lunas salen, acarician a las tortugas y le desean buena suerte al resto que migra por el calor o las ganas de arena blanca.  Miles de estrellas explotan al borde de los cerros, sin parar con olor a viento helado.    Milenios avanzan, se tejen y arman ciclos que maduran las flores y abonan las enredaderas que sirven de túneles a los insectos morados y es usado como reino por el escarabajo azul.

Todo pasa, nada queda, los elementos hacen su trabajo, los árboles calman las energías y las almas perdidas llegan al fin, para ser alimento de ranas y sellar copullos de orugas.