lunes, 12 de marzo de 2012

En ese momento justo

Todos los días me gana la nostalgia.  Sé perfectamente en que hora se va asomar y me llevará al rincón de los suspiros y sentimientos.  Pocas veces pongo resistencia, creo que las veces que lo he hecho ha sido con tal de arrancarme de un golpe el llanto.  Porque para éso sí que me he preparado, para no llorar, forrarme de tantas cosas y con cierta verguenza hacerlo a solas.

Siempre he asegurado que soy una mala persona, creo que por éso no se me ha "dado" el don de llorar con facilidad, sin pena y si es posible entre abrazos de gente extraña.  Innumerablemente en mi lista de regalos lo he mencionado, sin tener éxito.  Cuando pasa algo dentro de mi sé que debo hacerlo, sin alcanzarlo.  Pongo películas conmovedoras, una y otra vez, para provocármelo.  Leo historias de vidas enteras, sin tan siquiera arrancarme un vano puchero.  Ni la autoflagelación, me han golpeado con la suficiente fuerza.

Luego de tanto experimento comprendí que lo mío no es éso, que aunque lo intente desesperadamente pocas veces lo consigo, únicamente cuando lucho contra mi misma en esos momentos del día o cuando cierta canción logra traspasarme y romperme.  No me atormenta, ni lo añoro, pero se siente extraño que este duro y áspero corazón a veces no conecte con la sensación.  Es todo.

No hay comentarios: