lunes, 30 de abril de 2012

Juegos Perversos

Arrancarme las pestañas, provocarme empujones por todas partes, arañarte la vida y mientras la intensidad nos dure, revolcarnos y tenernos hasta el último aliento.  Vos volteas, sin resistencia gritas y me buscas algo dentro de la piel, lo guardas dentro de un pañuelo roto como recuerdo de algo que no sucedió.  Mis mecanismos de defensa lo he dejado fuera de todo ésto, quise apostar hasta la última gota de lágrimas en mis sensaciones y en las ganas que se han apilado en los burós de tu habitación.

Amanece, el sol no se anima y vos sin decir nada, entre sudor y pudor me abandonás.  Despierto, sé que no estás, sin siquiera buscarte, simplemente lo sé.  Ahora llevas años, tratándote de sanar, pero no hay pósima que te sane, esa última mordida que te dí.  

A la distancia la llevo de recuerdo y cuando te sangra, la misma emoción me llena y revienta la piel, sólo que ahora, ya no necesito de vos.

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