lunes, 9 de diciembre de 2013

Sonidos

¿Los sonidos duelen? Depende que tan rápido te pasen el cuerpo, pensé mientras caminaba sobre la pasarela y movía las manos haciendo como que jugaba con los carros estancados, eufóricos y condenados a esperar a que el semáforo les diera vida.  Porque las cosas pasan, sin tiempo, pareciera todo tan planificado y urbanizado como la calle en que vivo donde hasta el viento se deja calar perfecto dentro de la piel.

A veces no sé cómo empezar una conversación, la perra duerme al lado y yo sigo peleándome con generar alguna idea que me haga "sonido" para empezar algo con hilo conductor y un poco de sobras de pan.  ¡Pero nada! Ni se me da y termino divagando en calles del recuerdo, mensajes sin contestar amontonados en los codos y el silencio llega para inundar mi cama en plena noche helada.  Como aquella barca empujada por una vara, me viene a la mente.  

Millones de mentiras regaladas.  Besos dados a lo ajeno.  Situaciones que con malicia llegaron a la puerta de la casa.  ¿Ven? De nuevo divago y sin razón la barca se desliza suave y generosa sobre el mar en plena madrugada esperando me sonrieras, sacarte la mejor imagen y que el sol fresco nos saludara.

Termino de bajar los escalones, me vuelve el dolor al tobillo derecho, creo que son las cintas de los tenis que me joden, veo el reloj y voy tarde de nuevo a no encontrarte sentada en el mismo sitio con esas enormes ganas de no volverme a ver.




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